viernes, 28 de noviembre de 2008

-1- mierda.pa.mí


-comiendo galletas integrales-






...me enseñaron de pequeña que la mejor forma de empezar algo era haciéndolo de verdad. Y la verdad, sigo sin entender muy bien qué significa esa frase.

Creo que es porque, al menos yo, todo lo que hago lo hago así, ¿cómo se hace algo de mentira?

vamos a empezar a pintarnos con pintura de dedos [verde] de mentira...
vamos a empezar a saltar los charcos de mentira...
vamos a empezar a estudiar literatura hispánica de mentira...
vamos a empezar a hacernos daño de mentira...

quizá esto último si que se puede hacer de mentira. el daño es algo previsible, al menos en ciertas circustancias. Podemos decir -no, antes de empezar con los -adelante.
Puedes apagar la luz de tu cuarto a las cinco de la mañana si te vas a dormir a las seis, o no apagarla en toda la noche y fundir la bombilla.

No fundas mi bombilla que para eso prefiero no encenderla.


a veces me gustaría colgar un cartel de mi cuerpo para que todo el mundo supiese quién soy. Con las explicaciones precisas que facilitasen el saltarse los primeros pasos, políticamente correctos, del primer encuentro. a veces digo que odio las explicaciones y otras veces las necesito a todas horas. y el resto de las veces a veces, me pongo a llorar.
un día me emociona hasta el absurdo comenzar un -algo- con un -alguien- a quién ir descubriendo página a página, y otros días, prefiero dejarlas todas en blanco, y quedarme mejor con el manual de instruciones que automatizase la situación...

Soy una gran contradición
camino en sentido inverso de lo que voy aconsejando y cuando me miras me bifurcas hacía el gris 80% del que sueles hablar...





Hoy tengo un día azul.
Por ir al contrario que Holly y desayuno con galletas Cuétara de dieta, y los diamantes, para más tarde, quizá para el naranja, o el morado que dejas cuando te da por pulular a mi alrededor.



Vente un rato más.
Que habíamos quedado en que este fin de semana tenía algo de especial...